Como todos saben, y para los que no, el miércoles 19 pasado fue uno de los recitales más esperados del año. Ya sea porque son una banda clásica del rock de antaño, o porque sus temas son pegajosos y movidos.
Tras la muerte del ex vocalista de Queen, Freddy Mercury, muchos decían que la banda no iba a ser lo mismo, porque su inigualable voz y desplante nadie lo podía reemplazar. Si bien por un lado eso es cierto, pero nada influye en el "resto de la banda", como May (guitarrista) o Taylor (baterista), destacados músicos.
Queen + Paul Rodgers es el resultado de una unión que surgió tras la idea de reagrupar la banda, y producto de esto, se realizó (a) un tour mundial, el The Cosmos Rocks.
Una de sus paradas fue Chile, donde costó convencer a las productoras que se pusieran con la banda en nuestro país. Y todo final es feliz. Con una gran producción y desplante escénico se presentó, como mencioné anteriormente, la banda en el estadio San Carlos de Apoquindo el miércoles 19 del mes de Noviembre del 2008, fecha que quedará grabada para muchos.
El concierto en sí comenzó al rededor de las 21:15 hrs. y terminó, tras intensas dos horas y media aprox., a las 23:40. El setlist que presentaron fue de sus grandes éxitos, pero no pudieron representar todos. Por ejemplo, les faltó tocar "Under Pressure", "Bycicle Race", etc.
En el concierto se vio mucha variedad de gente, pasando de brutales metaleros a apasionados rockeros. Como así también se vio gente de distintas edades: adultos, jóvenes, niños; todos disfrutando de esta clásica banda inglesa.
Para mí, el concierto me llenó en todos los sentidos; no me defraudó. Destaco la participación alocada de May sobre el escenario, el cual siempre lo vi con el carácter más serio de la banda, a diferencia del baterista, Taylor.
Mi mamá, por ejemplo, escucha a Queen desde años, y la ida a este concierto fue como la guinda de la torta. Dice que iba con la idea de que Freddy no estaba, y que Paul no podría reemplazar la singular voz del ex Queen. Destaca el expectacular sonido de los instrumentos, muy acorde al ambiente, y la gran participación de Taylor y May.
Llegamos al rededor de las 20:40, con un estadio que se llenaba poco a poco. El taco se veía por todas partes; todos desesperados por llegar al esperado, y a la vez inesperado, concierto.
Ese leve retraso de unos 15 minutos de la partida del concierto, a mi parecer, se debió a que el estadio no estaba completamente lleno a la hora real de partida, pero sirvió para juntar más ancias, acompañadas con la música rock & roll de fondo que brindaba el estadio.
Para finalizar, destaco el show de los viejos Queen (guitarrista y baterista); jugaban con el público, los hacían participar. Por ejemplo, May decía con su fluido español algunas frases que bastaban para hacer saltar al público chileno, y así, calentar la fría noche precordillerana.
